Este articulo fue publicado en https://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2022/09/24/el-grito-de-los-glaciares/
En lo inmediato, que la caída de una parte del gigante blanco Queulat no pase desapercibida. Su colapso resuena con los muchos otros glaciares que se desvanecieron en silencio. Tal vez por eso, el desprendimiento de Queulat quedó vibrando en el carpintero negro, el chucao, el pudú, el sapito cuatro ojos, la güiña y en el puma. El cóndor, aunque voló alto lo sintió en lo más profundo. Los bosques andinos patagónicos también percibieron su partida. La lenga, el maitén enano, el michay blanco, el coigüe de Magallanes, la tepa, el tineo, el chilco y el canelo, saben que el ciclo de la vida nace en esos vientres de agua de la cordillera.
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